Cuando vayas a tirar aquella toalla moral con que secarás las lagrimas acalladas en requiem por tu coherencia y fuerza, recuerda, exisitmos los que no detenemos nuestra lucha, los que seguimos batallando incluso sin fuerzas, los que tenemos esperanza y damos nuestra vida para hacerla llegar a aquellos que no tienen la misma suerte que nosotors. Somos luchadores de un credo extraño, nuestra religion es la extrema conviccion de que todo es posible y que con nuestro sacrificio podemos lograr un mundo mejor.
¿La cuestion es, si estais preparados para ese mundo?
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