
Sentado en mi zona de descanso, me pregunto si aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, si hace años estaba más satisfecho de mi existencia, de mis resultados, de mí. Y me doy cuenta tras una introspectiva dura y perenne que mí pasado solo ha sido una incesante búsqueda de camino, de senda o mejor dicho de un tangible destino. Como en el común de las existencias, muchos han sido los contrarios a mis pasos, como algunas veces digo “profesionales en hundimientos emocionales” han intentado desequilibrar los resultados.
Soy de aquellos que han creado pequeñas metas a alcanzar, dando el máximo para cada una de ellas.
Llego a la conclusión de que en esta vida, nada es imposible si crees y estas convencido que puedes lograrlo, aunque muchas veces pierdas la confianza, la fe en ti mismo, has de tener siempre la certeza que tu camino es aquello que tu mismo decidas recorrer, no es fácil y tal vez mis respuestas actuales ante la vida en si son resultado de experiencias que en varias ocasiones me han hecho plantear los pilares existenciales, y que gracias a buenos consejeros o a la idea que de ellos he asimilado he logrado alcanzar esta meta. Hay momentos en que agradezco estas introspectivas y recluido a lo recoleto en mi rincón de paz y estudio, analizo los sentimientos adversos en mi mente, buscando el porque y como rentabilizarlos para así optimizar mi resultado. Muchas veces no se si hago bien o solo hago, pero al terminar cada una de las noches de mi existencia, pienso. Y al llegar el astro rey al cielo e iluminar mi desdicha, me veo ante la ventana mirando la calle aun vacía y me doy cuenta que el dolor adyacente en los adoquines de este seudo-cruda “ciudad” , cruda por la soledad y la estupidez supremacía de sus problemas ante el total del mundo, sociedad que levanta el hombro ante un semejante por motivos irrelevantes, sociedad que se destroza entre ellos por unos ideales que al serles preguntados desconoces de su significado, una sociedad capaz de pensar que los conflictos que ocurren y han ocurrido en este mundo han sido buscados, sociedad de hipócritas que ahora rezan a un dios una semana y tras ella rompen el credo, sociedad que a nosotros los pensadores y me incluyo humildemente entre los pensadores, nos deja de lado o simplemente nos humilla por no ser del común de los mortales o simplemente por intentar no ser ganado sino ganadero nos tachan de lo que se les pase por mente. Nos lapidan con calificaciones burdas o bien con sentimientos tan contrarios a sus palabras que sorprenden, pero… lo bueno de esta existencia, la parte buena de esta sociedad es superarla y ver sus caras cuando llega el momento en que deben reconocer que se equivocaron… y créanme.
Ese momento llega…
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