Actualmente vivimos una situación surrealista, hacia el terrorismo a nivel internacional por las llamadas células radicalizadas del ámbito islámico. El juego funciona, los extremistas de ambos lados tienen sus cartas servidas... Y justificadas. Unos lloran por lo que les hacen a las víctimas de países en conflicto y otros muestran sus debilidades. Pero claro, ni unos bajaran sus intereses en la compra de crudo y negocio bélico y etc... Y los otros no evolucionaran. Basta de jugar con una moneda de doble cara.
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