Este año me gustaría felicitar a todos aquellos que hoy tienen el sentimiento y los motivos para sentir orgullo de sus raíces. Y a su vez dejar un mensaje el cual excluya totalmente los destrozos que la política y sus influencias han creado hacia el patriotismo de esta sociedad nuestra.
Por lo cual me gustaría dejar este mensaje en el día de hoy.
Si nos enfocamos en la antropología de los pueblos, nuestros orígenes y raíces forman parte de la historia de este país. País el cual ha sufrido las graves inclemencias de la política y el poder, haciendo luchar a sus hermanos entre si mientras ellos de todos lados y pensamientos, se limpiaban los bigotes del banquete.
Podemos tener ideas, creencias, políticas, sentimientos, idiomas, culturas diferentes dentro de nosotros mismos y de nuestro país. Pero hay algo que día a día nos une a todos y no lo valoramos lo suficiente.
En los malos momentos, en el sufrimiento del día a día, en la supervivencia en una sociedad que cada vez ahoga más a sus ciudadanos. Somos todos iguales.
Sin distinción... Tendremos más o menos recursos, seremos más o menos capaces de salir del pozo, pero si lo pensamos de este modo, ante los problemas reales del día a día todos somos iguales, siendo así que si pensamos un poco vemos que tal vez le damos demasiada importancia al conflicto entre todos nosotros y no le damos la relevancia necesaria a lo que serian soluciones.
Si nos basamos en la historia y evolución.
Hay mucho que se debería solucionar en pro de un equilibrio moral satisfactorio, se hicieron verdaderas necedades en nombre del sentimiento patrio, como también es cierto que los contextos históricos mandaban un funcionamiento sociocultural distinto. La expansión de los pueblos en pro de la obtención de recursos mercantiles y el crecimiento de control del entorno llevo a más que las llamadas conquistas a invasiones demográficas de las que si pensamos con frialdad no nos gustaría sufrir a nosotros mismos, y nos cegamos por tergiversaciones partidistas de la historia en ambos sentidos de la balanza.
Hablaré claro sobre los pueblos Hispanoamericanos:
En pro del alcance del poder de la civilización occidental y sus designios, se realizaron devastadores conflictos geoestratégicos que llevaron a una bipolaridad de los éxitos colonizadores.
Creamos a la fuerza la idea de que la expansión era necesaria y creamos colonias en sociedades que tenían simplemente una estructura diferente a la nuestra y ya por eso se les llamo incivilizados, por suerte y aquí volvemos a la antropología de los pueblos, aprendimos grandes aspectos de esas culturas añadidas a las nuestras, conocimos influencias ciertamente maravillosas de esos pueblos ajenos a nuestros sistemas tanto de creencias como de sociología, creamos lazos abrumadores entre civilizaciones tan extensas que nos llevaron a replantearnos nuestros propios orígenes y las limitaciones de la conciencia impuesta en la civilización occidental.
Hicimos lazos sanguíneos que unieron a nuestros pueblos con una hermandad más allá de lo imaginado.
Lo cual si pensamos en ese aspecto de unión de las culturas debemos dar gracias al crecimiento de nuestras expectativas morales.
Si unimos todos estos puntos. Tal vez hoy no solo sería un día más en nuestras vidas, tal vez no es un día de celebración como tal, sino más bien un día de reflexión sobre el origen de nuestra cultura.
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